jueves, 22 de abril de 2010

Morir en herradura

Creo que debe ser bastante feo morir en herradura. Y bastante irónico, porque morir en herradura es una desgracia y las herraduras representan buena suerte.

Me digo Euge que cuando hace mucho calor y la temperatura del agua de los peces no se regula bien, los peces mueren en herradura. Que le preguntó al veterinario por qué sus peces morían en herradura, y é le dijo que por el agua caliente. Pero esos peces son de aguas cálidas, le dijo ella. Sí, pero tal vez el agua estaba más caliente que lo que correspondía.

Se requiere inteligencia y diseño para morir así. Comunicarse con los otros, decidir que hace demasiado calor en esa agua de ciudad y que sus escamas delicadas ya no pueden seguir en esa ridiculez de hábitat. Implica dar la vida para decir que no quieren ser una pieza de decoración que da color a la casa. Morir así es heroico.

Entonces, el día más caluroso del año, y a pesar de los cubitos que les tiraron en la pecera, los pececitos coloridos que tenían más calor se formaron. Sólo los que tenían más calor. Sentían el agua más densa, les costó la forma de herradura. Y no bien llegaron a sus posiciones, se tocaron los unos a los otros con las colitas y murieron.

jueves, 8 de abril de 2010

Shirley Valentine dixit


(...) We say we are fine. An' we carry on an' on until we die. An' most of us die...long before we are dead. An' what kills us is the terrible weight of all this unused life we carry round.(...)


Shirley Valentine, de Willy Russell (1988)
Comentario: me gusta cuando le habla a la pared.