Mi amiga paloma da un consejo para estar alegre:
Arriba que viene el finde!
Yo estoy triste, pero no me hago caso! Me ignoro! Hahahahaa...
La la la, mira cómo me ignorooo. La la la...
¡Está bueno ignorarse de vez en cuando! Y depués darse bola, tampoco es cuestión de andar disociado por la vida...
sábado, 27 de febrero de 2010
Poesía
A veces, cuando me siento fuera de mi cuerpo y no recuerdo mi nombre, hay un poema que viene a mi mente, como un ángel guardián para abrazarme y llenarme de luz.
Y entonces respiro. Y sonrío. Y creo de nuevo.
Gracias.
Y entonces respiro. Y sonrío. Y creo de nuevo.
Gracias.
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viernes, 26 de febrero de 2010
Preguntas
¿Por qué se me ocurren ideas maravillosas cuando estoy en medio del trabajo?
¿Por qué cuando termino el trabajo esas ideas no son tan maravillosas?
¿Por qué cuando me pongo a escribir mi personaje en cuestión se me escapa?
¿Por qué cuando termino el trabajo esas ideas no son tan maravillosas?
¿Por qué cuando me pongo a escribir mi personaje en cuestión se me escapa?
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lunes, 15 de febrero de 2010
Alimentos para el alma
Nettoyer le placard
Danser
Conversation entre amis
Une carte postale d'un pays lointain
Un poème
Un petit chien
Planifier un voyage
Ecouter des anecdotes
Flâner
Faire un gâteau ou des biscuits
Jouer de la guitare
Lire
Danser
Conversation entre amis
Une carte postale d'un pays lointain
Un poème
Un petit chien
Planifier un voyage
Ecouter des anecdotes
Flâner
Faire un gâteau ou des biscuits
Jouer de la guitare
Lire
lunes, 8 de febrero de 2010
domingo, 7 de febrero de 2010
Murgas en el corso de la avenida San Juan
De ese lado del vallado.
Bailan vestidos de gala, revolean las piernas. Sacuden los hombros con ganas, el sudor atraviesa las caras sonrientes. Tocan bombos y platillos. Un joven con voz más gruesa que la permitida para su edad, canta como arrabalero. Bordaron con brillantes sus íconos, una suerte de insignias de guerra: el Gauchito Gil, Tweety, nombres de seres queridos, corazones, Maradona, el escudo de Platense, el de Independiente, el de Vélez, el Mono Mario, la Virgen María, Homero Simpson, el pato Lucas, y muchos otros más.
Ahi nomás, del otro lado de la valla.
Hay viejos con trajes de lentejuelas, viejas gordas llenas de brillo, vida y bizarra sensualidad, adolescentes, adultos y niños tan chiquitos que casi no les salen los pasos. Todos se dan licencia para entregarse con inocencia a un baile que me recuerda a pasos muy primitivos, lejanos del cemento de hoy, cercanos a la tierra.
De este lado del vallado.
Nosotros bailamos al compás, miramos los bordados y a los niños chiquitos. Aplaudimos junto con todos los que también están mirando. Cada uno aprecia lo que le conmueve más. Soñamos a nuestra manera, intentamos transformar una mañana gris en noche estrellada. A nuestras espaldas chicos y chicas se tiran espuma en aerosol, y también nos tiran a nosotros.
Es una bendición encontrar lo que te entregue a la inocencia gozosa, al disfrute hasta la médula, ahí, donde el corazón late, y ni las arrugas ni el tamaño cercenan el ritmo.
Bailan vestidos de gala, revolean las piernas. Sacuden los hombros con ganas, el sudor atraviesa las caras sonrientes. Tocan bombos y platillos. Un joven con voz más gruesa que la permitida para su edad, canta como arrabalero. Bordaron con brillantes sus íconos, una suerte de insignias de guerra: el Gauchito Gil, Tweety, nombres de seres queridos, corazones, Maradona, el escudo de Platense, el de Independiente, el de Vélez, el Mono Mario, la Virgen María, Homero Simpson, el pato Lucas, y muchos otros más.
Ahi nomás, del otro lado de la valla.
Hay viejos con trajes de lentejuelas, viejas gordas llenas de brillo, vida y bizarra sensualidad, adolescentes, adultos y niños tan chiquitos que casi no les salen los pasos. Todos se dan licencia para entregarse con inocencia a un baile que me recuerda a pasos muy primitivos, lejanos del cemento de hoy, cercanos a la tierra.
De este lado del vallado.
Nosotros bailamos al compás, miramos los bordados y a los niños chiquitos. Aplaudimos junto con todos los que también están mirando. Cada uno aprecia lo que le conmueve más. Soñamos a nuestra manera, intentamos transformar una mañana gris en noche estrellada. A nuestras espaldas chicos y chicas se tiran espuma en aerosol, y también nos tiran a nosotros.
Es una bendición encontrar lo que te entregue a la inocencia gozosa, al disfrute hasta la médula, ahí, donde el corazón late, y ni las arrugas ni el tamaño cercenan el ritmo.
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murga
viernes, 5 de febrero de 2010
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